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Conciencia sistémica y liderazgo con triple foco

Ver el bosque, no solo los árboles


Un niño moken juega en la playa y de pronto los delfines se alejan, las aves cambian de rumbo, el mar se retrae. Él corre hacia su familia y piensa “no es normal”, todos suben a sus botes y se alejan mar adentro. Minutos después, un tsunami arrasa la costa. Ellos sobreviven gracias a la atención sistémica.


Los moken, nómadas del mar en el sudeste asiático, no tienen radares ni apps de alerta, tienen algo más poderoso: la capacidad de leer patrones, de conectar señales, de entender que todo está relacionado.


Y eso —en un mundo que se fragmenta— es liderazgo.


Pensamiento sistémico: ver lo invisible

La conciencia sistémica es la habilidad de ver más allá de lo inmediato. Es entender que cada acción tiene efectos en cadena, que lo que hacemos hoy impacta mañana y que nuestras decisiones no ocurren en el vacío.


Pero cuesta desarrollarla. ¿Por qué?


Porque nuestro cerebro está diseñado para lo cercano, lo concreto, lo urgente. Detectamos un rostro enojado, pero no el cambio climático. Reaccionamos a una crítica, pero no a una política pública injusta. Vivimos en modo “árbol”, ignorando el bosque.


Y sin bosque, no hay dirección.


Navegación contextual: leer el entorno como un mapa

Larry Brilliant, epidemiólogo, descubrió que las rutas comerciales antiguas explicaban la propagación de enfermedades. No solo rastreó virus, rastreó patrones. Y con esa lógica, creó una app que detectaba brotes gripales en tiempo real, mucho antes que los sistemas tradicionales.


Mau Piailug, navegante de las Carolinas, cruzaba el Pacífico sin instrumentos. Leía las olas, las nubes, el vuelo de las aves. Su mapa era el entorno. Su brújula, la atención.


Unilever, empresa global, decidió integrar a pequeños agricultores en su cadena de suministro. No por filantropía. Por visión sistémica. Entendieron que fortalecer economías locales mejora la salud, la educación y la sostenibilidad.


Estos líderes no solo ven lo que está frente a ellos. Ven lo que está conectado.


El triple foco del liderazgo

Para liderar con responsabilidad, necesitamos tres tipos de atención:

  • Foco interno: entender nuestras emociones, valores y motivaciones.

  • Foco en los demás: percibir las necesidades, talentos y estados emocionales de quienes nos rodean.

  • Foco externo: leer el contexto, anticipar tendencias, comprender sistemas.


Un líder que ignora su mundo interno puede ser brillante pero vacío. Uno que no ve a los demás puede ser eficiente pero cruel. Uno que no entiende el sistema puede ser rápido pero miope.


El liderazgo del futuro no es solo estratégico. Es humano. Es ecológico. Es consciente.


Ceguera sistémica: el precio de no mirar

Muchos líderes toman decisiones que parecen lógicas hasta que el sistema responde. Construyen más carreteras para aliviar el tráfico, y el tráfico empeora. Crean coches eléctricos sin considerar la huella de su producción. Implementan políticas sin medir sus efectos a largo plazo.


Esto ocurre porque confundimos profundidad con detalle. Creemos que entender una parte es entender el todo. Pero los sistemas son complejos, dinámicos, interdependientes.


Y si no los vemos, nos golpean.


Herramientas para alfabetización sistémica

No basta con tener buenas intenciones. Necesitamos herramientas para pensar en red.

  1. Análisis de ciclo de vida (ACV)

    Permite rastrear el impacto ecológico de un producto desde su origen hasta su desecho.

    Ejemplo: un vaso de cristal puede implicar 2000 eslabones en su cadena de producción.


  2. Principio de Pareto aplicado a sistemas

    El 20% de las causas genera el 80% de los efectos.

    Identificar ese 20% permite intervenir con eficacia.


  3. Handprinter.org

    Una plataforma que mide tu “huella positiva”.

    No solo lo que contaminas, sino lo que reparas.

    Una forma de visualizar tu impacto sistémico.


Estas herramientas no son solo para empresas. Son para cualquier persona que quiera tomar decisiones con conciencia.


Microescenas de liderazgo sistémico

Una directora de escuela nota que sus estudiantes están inquietos. En lugar de castigar, investiga. Descubre que muchos no desayunan. Implementa un programa de alimentación. Las calificaciones suben. No resolvió un síntoma. Transformó un sistema.


Un joven emprendedor quiere reducir el uso de plástico. No lanza una campaña genérica. Estudia la cadena de producción. Identifica el punto más contaminante. Diseña una solución desde ahí. No atacó el problema. Lo entendió.


Liderar es ampliar el foco

La conciencia sistémica no es una moda. Es una necesidad. En un mundo interconectado, fragmentar es fracasar.


Liderar con triple foco —interno, relacional y externo— permite tomar decisiones más éticas, más sostenibles, más humanas.


No se trata de saberlo todo. Se trata de ver más allá. De preguntar: “¿Qué está conectado con esto?” De entender que cada acción es una onda en el agua.


Y que esas ondas, tarde o temprano, llegan a la orilla.


Si quieres entrenar tu atención para liderar con visión, te invito a explorar el curso Desarrollando la

Atención para la Excelencia. Allí encontrarás herramientas, reflexiones y prácticas para cultivar el triple foco y tomar decisiones que transforman no solo tu entorno, sino también tu forma de estar en el mundo.


Porque ver el sistema es el primer paso para cambiarlo.

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