🛝 El poder del juego libre: la medicina olvidada para una generación ansiosa
- Said Andres Herrera Hurtado
- 5 may
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 6 may
Basado en el libro “La generación ansiosa” de Jonathan Haidt
“El juego libre —sin supervisión adulta constante— no es solo un lujo. Es una necesidad evolutiva para que los niños desarrollen seguridad, autonomía y resiliencia.”— Jonathan Haidt, “La generación ansiosa”
En las últimas décadas, los niños han perdido algo fundamental: la libertad de jugar sin que un adulto esté vigilando cada movimiento. Esta pérdida, aunque parezca menor, está profundamente ligada al aumento de ansiedad, fragilidad emocional y dificultades sociales en los jóvenes.
🔍 ¿Qué es el juego libre y por qué importa tanto?
Juego libre significa actividades espontáneas, creativas y sin reglas impuestas por adultos. Puede ser:
Montar en bicicleta por el vecindario
Hacer un club secreto con amigos
Construir una cabaña con ramas
Inventar juegos sin supervisión constante
Este tipo de juego desarrolla habilidades clave:
🧠 Toma de decisiones💬 Resolución de conflictos💪 Resistencia emocional🌍 Exploración del mundo real
“La libertad de jugar sin adultos enseña a los niños a manejar el riesgo, a equivocarse y a resolver problemas por sí mismos.”— Jonathan Haidt
⚠️ ¿Qué pasó con el juego libre?
Desde los años 90, los niños han sido cada vez más vigilados. Por miedo a peligros (muchos de ellos sobreexagerados por los medios), padres y escuelas han llenado la vida de los niños con:
Clases dirigidas
Actividades estructuradas
Supervisión constante
Reglas en exceso
“Privamos a los niños de libertad en nombre de la seguridad, y creamos una generación que se siente insegura todo el tiempo.”— Jonathan Haidt
🛠️ ¿Qué puedes hacer hoy? (Acción práctica)
🎯 Microreto semanal: “1 hora de juego libre al aire libre”
Elige un espacio seguro (un parque, patio, calle cerrada) y permite que el niño o adolescente:
Invite amigos
Juegue sin instrucciones
Decida qué hacer
Resuelva sus propios conflictos
Sí, puede caerse. Sí, puede pelearse con alguien. Y sí, eso está bien. Ahí está el crecimiento.
“La seguridad emocional no se logra protegiendo en exceso, sino permitiendo que enfrenten riesgos manejables.”— Jonathan Haidt
🧭 ¿Y si no hay espacios seguros?
Si vives en una zona peligrosa o sin áreas públicas, busca alternativas como:
Patios comunes
Casas de amigos
Escuelas que permitan recreos más libres
Vecindarios con padres que roten la supervisión a distancia
Incluso puedes organizar con otros padres una “brigada de juego libre” para alternar espacios sin sobrecontrol.
🧠 Conclusión: jugar no es perder el tiempo, es ganarlo
Si queremos jóvenes emocionalmente sanos, necesitamos darles lo que perdieron: espacio para equivocarse, explorar y construir su autonomía.
📍 En el próximo artículo hablaremos de otra práctica poderosa para reducir la ansiedad en jóvenes: el sueño profundo y cómo recuperarlo en la era digital.
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