✏️ Tu cuerpo está contando una historia. ¿Sabes cuál?
- Azucena LoRi
- 5 ago
- 2 Min. de lectura
No necesitas mirar una radiografía para saber que tu cuerpo guarda memorias, basta observar cómo te sientas, cómo caminas, dónde te duele, qué movimientos te cuestan. Tu cuerpo es un diario escrito con gestos, cada postura, cada hábito, cada decisión cotidiana lo está narrando.
La buena noticia es que esa historia no está terminada. Puedes volver a escribirla.
📚 No eres una estructura fija, eres una versión en borrador
A lo largo de tu vida, el cuerpo ha respondido a todo lo que le has ofrecido:
Las sillas moldearon tus caderas.
El calzado rígido apagó tus pies.
Las pantallas cerraron tus hombros.
El esfuerzo evitado debilitó zonas que ni recuerdas tener.
Y todo eso dejó una huella. No por defecto. No por enfermedad. Sino por adaptación. Lo que haces, y lo que dejas de hacer, te transforma.
Pero ese relato puede virar. Puede crecer. Puede abrir nuevas páginas.
🌬️ El gesto como pluma: reescribirte con movimiento
¿Sabías que con solo mover diferente una parte de tu cuerpo, puedes activar genes que estaban “en pausa”? La ciencia lo llama epigenética: tus genes ofrecen un abanico de posibilidades, pero el entorno mecánico (las cargas que recibes, las posturas que habitas) determina cuál opción se elige.
Es como tener un View-Master: giras la rueda y aparece otra imagen. Ese giro lo haces tú, con cada gesto.
Cuando te sientas en el suelo, cuando caminas descalzo por la tierra, cuando te cuelgas, te agachas o descansas sin tensar el abdomen estás cambiando el relato. No como imposición, sino como reencuentro.
🌿 No es reinicio. Es recuperación
Tu cuerpo no necesita que lo reformatees. No es una máquina que está “fuera de forma”. Está exactamente en la forma que tu historia le ha dado. Y esa forma puede mutar, evolucionar, abrirse.
Como un árbol que creció en dirección al viento, tú también puedes reencontrarte con fuerzas nuevas que te ayuden a ramificarte diferente.
Solo necesitas:
Variabilidad, no perfección.
Paciencia, no exigencia.
Curiosidad, no rutina.
Porque el movimiento bien elegido, bien distribuido y bien sentido reescribe quién eres y cómo te habitas.
✨ El cuerpo como esperanza
Este enfoque no es una técnica ni una moda. Es una invitación a mirar tu cuerpo como una historia abierta, flexible, recuperable. Una biografía tejida por decisiones pequeñas: caminar más consciente, descansar más presente, moverse más variado. No hay edad para cambiar tu narrativa corporal. Solo voluntad de escribir una nueva página.
📣 ¿Quieres aprender a reescribir tu cuerpo desde lo cotidiano?
Te invito al curso “Mueve tu ADN: La mecánica cotidiana de estar vivo”, donde exploramos cómo convertir cada gesto en una señal de renovación. Transformar tu forma de moverte es transformar tu historia.
¿Y si empezaras hoy con una caminata, una cuclilla o un descanso sin tensión?
.png)



Comentarios